Artículo sextante: Andrés, la batalla entre la realidad y lo virtual

Andrés Pulido(*), es un joven de 16 años que a diario pasa entre 8 y 10 horas en internet, específicamente en Facebook, Messenger y HI5, donde creó su propio universo, amigos, música y fútbol; un mundo en el que sólo tiene cabida lo que le gusta, y lo que no, simplemente es desechado. Lo anterior sucede debido al gran auge de las comunidades virtuales.
A partir del grado décimo -que lo cursaba en 2008- este joven empezó a interesarse por las comunidades virtuales gracias a su prima Paola, quien fue la que le comentó acerca de estos lugares donde se puede hacer de todo; en Facebook por ejemplo las aplicaciones más utilizadas son: escribir en el muro, subir fotografías, enviar regalos, y compartir vídeos; hasta las menos usuales como YoVille, y crear tus hijos, en fin, el límite es la imaginación.

REALIDADES ALTERNAS
Al 7 de enero de 2009, Facebook contaba con 150 millones de usuarios activos, aunque hace 3 años se sabía poco o nada sobre esta plataforma virtual.
Los jóvenes crean mundos alternos, excluyéndose a veces de la sociedad y de su círculo de amigos por estar siempre pendientes de su Facebook o Second Life, que son lugares con un gran número de posibilidades de disfrute a la hora de convertirse en usuario, y a partir de ahí se puede llegar a una adicción a Internet o a estos lugares. Como lo menciona Paola, prima de Andrés: “Se llega a un punto en el que se depende del computador y de Internet para hacer cualquier cosa por más simple que sea”.
Y es precisamente ahí donde radica el problema, las herramientas tecnológicas desarrolladas en los últimos años, sirven para el progreso de la sociedad y podrían crear una dependencia que puede llevar al aislamiento social, según los analistas.

Como es el caso de Andrés, un estudiante del grado 11, quien dice: “…He dejado un poco de hacer vida social, por estar siempre metido en el Face, pero en parte es también porque en el lugar donde vivo no me gusta salir, y en estos lugares busco matar el tiempo”.
Así como él, hay jóvenes que optan por crear su propio mundo virtual y vivir allí, lo disfrutan porque este universo lo crean como ellos deseen y no hay decepciones como sucede en la realidad. “La maravilla de estos lugares es que se controla todo y se puede hablar con varias personas a la vez y agregar a las nenas que quiera, hablo con ellas de todo pero por internet, porque en una ocasión me sucedió que acordamos encontrarnos y como que se perdió el encanto, por eso prefiero las amistades online” concluye Andrés.
El Colombiano, publicó un artículo llamado “Facebook y dependencia” el 26 de febrero de 2009, en el cual menciona que la mayoría de los jóvenes de hoy dejan de lado los libros y pasan en promedio 5 horas en el Facebook, en la televisión y/o en los vídeo juegos.
Según la publicación, se corre el riesgo de dejar el país en manos de quienes piensan poco y leen aún menos, porque como manifiesta el adagio popular “quien no conoce la historia, corre el riesgo de repetirla”.

¿QUÉ SE PUEDE HACER?
Para este joven, sólo pensar que le van a quitar Internet es una pesadilla: “nooo, ni me lo digas porque en una ocasión ya me pasó y mis papás me quitaron el Internet porque descuidé el estudio, y me dio una depresión como de cuatro días...”
Si bien la tecnología y las alternativas que ésta ofrece, ayudan al ser humano en diferentes áreas de la vida como la salud y el romper las fronteras del tiempo y el espacio para informar, cobran la vida social de muchos jóvenes, en parte porque “no son alfabetizados de la manera correcta, no hay un manejo de su vida y se presenta la ludopatía y es ahí cuando se debe dosificar, manejar el tiempo que se pasa allí y darle un buen uso, porque en sí Facebook funciona para la academia y asuntos políticos, como manera de promulgar sus creencias políticas” asegura Edwin Sepúlveda docente que realizó investigaciones acerca del Facebook.
El profesor sostiene que los padres sí tienen una obligación absoluta, éstos deben regular a sus hijos y premiar el uso del Internet, porque ellos lo sienten como un entretenimiento. Para controlar los sitios, el padre se debe alfabetizar, porque internet es un mundo abierto, hay herramientas que se pueden instalar como el internet sano (www.internetsano.gov.co)

Los padres tienen mucha responsabilidad, “actualmente la mayoría trabajan, principal causante de que haya abandono y falta de información, entonces los jóvenes buscan estímulos en Internet”, afirma Renán Darío López decano de Desarrollo Familiar de la Fundación Universitaria Luis Amigó. El profesional recomienda el acompañamiento de la familia para evitar que el uso de los recursos tecnológicos se convierta en adicción.
(*)Nombre cambiado